“Agilidad”, la clave para lograr mayor productividad en la
organización en forma rápida, eficiente y permanente.
Autor: Diego Colombo – Director de Desarrollo de
Producto – VISMA Latinoamérica.
Existe un
nuevo concepto en términos de management corporativo: agilidad
(proviene del término en inglés: agility), se refiere a capacidad de
adaptación, rapidez de reacción, valoración de las tareas y establecimiento de
prioridades para concretar un proyecto. Para esto es fundamental
contar con el área de Recursos Humanos (RH) para mejorar la eficiencia de los
equipos administrando la comunicación, la capacitación y el cambio.
Para realmente lograr agilidad,
toda la organización necesita aprender a trabajar distinto... Al aprender
es muy común probar y equivocarse. Este concepto de “agilidad”
supone equivocarse rápido para
aprender mejor.
Una organización a "la vieja usanza" -que castiga el error, lo
critica y apunta con el dedo-, nunca podrá lograr agilidad. Para
lograr ser ágiles, hay que aprender a equivocarse y no castigar los
errores.
No todo es urgente ni estratégico. La “agilidad”
tiene muy en cuenta el dar valor (ponderar) a las tareas a realizar para,
luego, poder determinar las prioridades de ejecución en forma ordenada y
eficiente.
La agilidad no es algo eventual, sino que supone una
nueva manera de pensar y trabajar; pone foco en el desarrollo del
trabajo de la forma más beneficiosa según los objetivos que se persigan.
Se trata de una modalidad que es necesario instalar para lograr los mejores
resultados con mayor eficiencia y frecuencia.
En términos de habilidad en los colaboradores, la agilidad
es muy tenida en cuenta hoy en día, junto con las ideas de colaboración,
compromiso e innovación. Se percibe como una capacidad de adaptación casi
instantánea a variaciones de la industria y/o el mercado, un “pensar fuera
de la caja” para enfrentar desafíos o resolver inconvenientes inesperados,
en un clima de pensamiento objetivo, analítico, estratégico. A la vez,
supone movimiento proactivo y en equipo, comparable con el scrum del
rugby (todos juntos empujando para el mismo lado, pero desde diferentes
puestos, para que gane el equipo como un todo).
Desde luego, para que la agilidad funcione
realmente y haga que la organización alcance sus objetivos en menor tiempo y
con mayor eficiencia, se requiere:
§ Cambio de mentalidad en toda la organización. Esta “mutación” no será
instantánea, sino que supone un cambio progresivo a partir del trabajo de
ciertos equipos. Los buenos resultados irán contagiando al resto.
§
Consistencia y coherencia. Para lograr un cambio cualitativo sustancial, la
modalidad de trabajo ágil debe derramar, esto es, contagiar a todos los
equipos de todos los sectores.
§
Herramientas ágiles que permitan el
seguimiento de tareas en tiempo real, de modo que, en caso de requerirse
ajustes, se realicen velozmente y no traben la consecución del resto de las
tareas ni impidan la realización del gran proyecto. Esto también permite
a los líderes realizar cambios menores de estrategia mientras se llevan a cabo
las tareas.
La
“agilidad” comienza en RH
En una empresa, la “agilidad” es un componente
crítico para el éxito del negocio.
RH es el área más propicia para comenzar a trabajar en
ese cambio en la organización e impulsar una mentalidad ágil en los diferentes
sectores. Por definición, es el área que ofrece valor comercial a la
empresa a partir del desarrollo de las personas que la conforman, en términos
de capacidades de crecimiento, eficiencia y ahorro de costos. Un
equipo de gente bien preparada y capacitada es el éxito seguro de la
organización, contribuye a mantener el ritmo de la competencia dentro de un
mercado, procurando siempre aumento de eficiencia y productividad.
RH es el área más abierta para comenzar a trabajar la “agilidad”
en la organización. Bajo el concepto de “agilidad”, un gran
proyecto se divide en partes más pequeñas a las que hay que otorgarles un valor
para, luego, poder determinar prioridades de realización. Esas partes
estarán a cargo de diferentes equipos que, con un objetivo común y en forma
coordinada, llevarán a cabo sus tareas en forma simultánea. Es
fundamental que esos equipos estén en comunicación permanente y, que vayan
ajustando y actualizando el proyecto regularmente. Se trata de una forma
de trabajar “no lineal”; habrá algunas partes que se completarán antes que
otras, pero siempre apuntando a un gran resultado común.
La “agilidad” al encarar un proyecto:
§
Mejora la previsibilidad y la cohesión. Supone colaborar y cumplir las promesas sin
sorpresas en cumplimiento de tiempos o de calidad esperada.
§ Mejora las capacidades y la velocidad de respuesta. Se establecen prioridades de respuesta. Al
priorizar el trabajo se logran mayores beneficios para las partes involucradas.
§
Propicia actuar como "One HR". El área de RH está involucrada en los diferentes
sectores de la empresa. Cuenta con visión de arquitectura de negocios con
un mapa de capacidades y habilidades bien definidos, según lo que se necesite
para el cumplimiento del gran proyecto. Aporta su expertise
proactivamente para mejorar la eficiencia de los equipos, administrando la
comunicación, el cambio y el entrenamiento. A partir de su visión global,
contribuye a modelar la colaboración, las expectativas de cumplimiento, las
prioridades y la toma de decisiones para lograr el éxito de la totalidad del
proyecto a partir de los proyectos más pequeños que corresponden a los
distintos sectores.
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